Juan Andrés García Román

Postal de tiempos (in Spanish)

 

No apenas se han alzado las casas de la mente

del carpintero y ya nieva

copiosísimamente

sobre ellas. Caramba,

qué amanecer tan triste para un sueño.

Casi no puede avanzar el carro

del correo; espolea a los caballos, 

lanza al aire

los brazos por la ventana

buscando al panadero, que se asoma

desde una calle alta, y ambos se hablan

en dialecto por el cielo.

 

Envidia del pescadero que aguarda

sobre su barca a que la marea suba

y como una esclusa lo incorpore

al parloteo indignado con la nieve.

Un griterío que no oye el brigadier,

bien sentado a la mesa y apurando

con dos caricias, una y dos, la grasa

del cuchillo en el trozo

pinchado en el tenedor.

Ñam. Dirige una sonrisa a su amorcito,

seguramente la última sonrisa,

porque a ésos sí, a ésos

se les caerá el tejado

encima de un momento

a otro.

 

Pero tú tranquilo, carpintero,

tú hiciste bien la casa.

No te despiertes. No es culpa tuya,

es que es mucha la nieve

y eso tampoco es culpa tuya.

Ni te arrepientas de tus sueños,

que su razón tendrán.

Venga, vuelve a apoyar la

cabeza en los almohadones y sigue soñando

las casas que harás y la nieve que caerá,

los rayos y las centellas que las tirarán

y cómo todo se disolverá,

las bodas de dentro y las de fuera,

las dotes, los misterios y las arras,

almas miserables con almas miserables,

letras negras en la tumba de mármol blanco.

 

¡Arre o ave, nieve! Sigue cayendo,

cúbrelo todo y cuando ya esté listo,

quizás quede la luz como un amén

y el cielo se parezca al de que aquella otra tarde

en que llegó el Señor

a los suyos diciéndoles: Paz a vosotros.

 

 


Juan Andrés García Román

“Postal de tiempos” está sin publicar.

 

Se puede leer y escuchar el poema traducido al ingles aquí.