1899–el vestido (in Spanish)
1
Fácil
en la lucidez de la mañana
la risa del peón
corta el aire helado
entre la casa y los galpones.
El patrón
con voz malhumorada
prefiere dirigirse a los caballos.
Mientras arrastran los recados
dos chicos
sonríen y murmuran,
para ellos
la burla es todavía
una destreza
en la que no pueden probarse.
Enseguida
los cuatro cabalgando
se alejan
y se hacen diminutos.
Alrededor de la casa
y de los álamos
el horizonte vuelve a ser
un círculo impecable.
2
Se movía en la cocina
disfrutando a su manera
la mañana
y el cuerpo descansado.
Afuera
el sol caía puro y sin calor
sobre las piedras,
el pasto, los zanjones.
Cuando el fuego comenzó
a trepar por su vestido
no recordó
que estaba sola.
Casi nunca
comentan los detalles:
el humo
detrás suyo por la puerta,
ella corriendo por el campo.
Prefieren repetir
que los hombres
como siempre estaban lejos
y hablan de las graves
definitivas consecuencias
de un descuido.
3
Al atardecer
regresan en silencio,
dejan atrás
el cielo enrojecido
con una crueldad
que no descubren.
Mañana
va a haber viento, piensan
y no esperan más presagios.
Sobre sus cabezas
planea un aguilucho
en el aire vacío, transparente
nada anuncia la tristeza,
la cocina ennegrecida
ni los restos
de un incendio moderado
que a pesar de la sequía
no llega al tronco
de los álamos.
Claudia Prado
“1899–el vestido” fue publicado en “El interior de la ballena” [Inside the Whale] (Nusud, 2000).
This poem will be translated by Rebecca Gayle Howell.